El aceite de quinua contiene una gran cantidad de omegas 3, 6 y 9, además de otros beneficios para la salud
La quinua es una planta andina procedente de los alrededores del lago Titicaca, ubicado entre Perú y Bolivia. Desde las civilizaciones prehispánicas, esta fue cultivada y utilizada debido a que representaba un alimento sagrado para los incas. El nombre deriva de la palabra indígena, kinuwa, en quechua- el idioma autóctono de la región andina. Fue asimilada al lenguaje español por una transcripción fonética.
Entre sus variedades, se encuentran la quinua blanca –también conocida como quinua dorada- es la más reconocida y la que más se comercializa. Además, está la quinua roja, negra, naranja, e incluso morada. No hay mucha diferencia entre ellas en cuanto a las propiedades nutritivas, pero cada una tiene su sabor y textura característicos.
De la planta se obtiene las semillas de quinua de las que se extrae un aceite. Físicamente, este mantiene un color amarillo – anaranjado claro, de olor y sabor característicos que contiene una alta concentración de ácidos grasos esenciales, como el Omega 3, 6 y 9. Estos son importantes para el desarrollo del cerebro, el funcionamiento del sistema cerebral, la regulación de la presión arterial y evitan la cardiopatía reduciendo el colesterol.
Aplicando el aceite directamente sobre la piel, representa un potente agente antienvejecimiento. También es de gran ayuda en la cicatrización de pequeñas heridas, ayuda a tratar el acné, proporciona hidratación y nutrición al cuero cabelludo, entre otros beneficios.
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